Semilla de Fe

Démonos prisa

En todas las naciones muchas personas mueren sin ser salvos, descienden al infierno por toda la eternidad y eso es porque no ha habido quien les lleve las buenas nuevas del evangelio. La responsabilidad de los hijos de Dios es llevar a las personas a la verdad, el camino y la vida; y esto es Cristo, porque su perdición será eterna, pero nosotros tenemos el mandato de ello y daremos cuenta oportunamente.

Dios puso al profeta Ezequiel como atalaya (vigilante) de Israel, pero a nosotros nos ha puesto allí por todo el mundo.

Cuando yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu mano. Y si tú avisares al impío de su camino para que se aparte de él, y él no se apartare de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu vida. (Ezequiel 33:8-9)

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; (Mateo 28:19)

Nuestro Señor nos ha habilitado para hacerlo

pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. (Hechos 1:8)

Si no somos obedientes y no lo hacemos ¿Cómo la humanidad invocará el nombre del Señor para ser salvo?:

porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! (Romanos 10:13-15)

Todos hemos sido llamados al ministerio de la reconciliación:

Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. (2 Corintios 5:18-20 )

Es por esta razón que por delegación y mandato de nuestro Señor Jesucristo, la salvación de nuestra familia, amigos, conocidos y de todos los que vamos a conocer de una u otra forma es nuestra responsabilidad; y por eso tenemos que involucrarnos directa o indirectamente en ello.

Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados. (Santiago 5:19, 20)

El tiempo de la gracia se está acabando y hay mucho todavía por hacer, démonos prisa que el Señor ya viene.

Pastor J. Gehez Encinas

Si te gustó esta entrada, compártela con tu familia, amigos, círculos y seguidores, para que también reciban esta bendición.

Déjanos tus comentarios ó pédidos de oración